06 marzo 2014

La Noche nos alumbrará

No puedo decir que hayamos compartido confidencias, ni que nos conozcamos desde hace diez años. De hecho, detesto ese tipo de personas que utiliza la palabra amistad con demasiada facilidad. Pero el caso es que compartimos el mismo sueño y ambos hemos atisbado una pequeña e importante parte del otro a través de lo que escribimos, así que, con su permiso, me voy a permitir utilizar unas palabras que me hacía mucha ilusión escribir aquí:

Mi amigo Alex Pler es escritor.
Su primer trabajo se llama "La noche nos alumbrará".

Con este sugerente título, Alex ha reunido las mejores entradas de su blog Sombras de Neón, donde cada palabra que escribe encierra un trocito de su alma que decide compartir con el lector.

Alex va a llegar muy alto. Tiene la asombrosa capacidad de convertir en palabras todos esos pensamientos o sensaciones que hemos vivido a lo largo de nuestras vidas y sobre los que, en muchas ocasiones, no nos paramos a reflexionar.

Y eso no es nada fácil. Es un don. Se tiene o no se tiene.

"La noche nos alumbrará" está en E-Book y en papel en Amazon. Yo te recomiendo que te hagas con la edición física
para que, además de todo lo que te espera en el interior, puedas disfrutar de esa preciosa portada que te dará la bienvenida.

Además, se puede comprar en muchas librerías de Barcelona donde, por estos pequeños guiños del destino, espera junto a "La confabulación de Eros" a que te los lleves juntos a casa.


Hermamiento literario de lujo.

25 febrero 2014

Huellas

El tiempo no es siempre lo importante.
A veces alguien se cruza en tu vida y simplemente te marca.
Te deja huella.

Da igual que la historia no acabase bien. Ese sentimiento no logras quitártelo de encima, por mucho que intentes sacudírtelo como si fuera una mota de polvo.

Su recuerdo te acompaña.
Creas su cuerpo en el vacío de tu cama e imaginas que todavía está ahí. Te enredas en sus piernas, le das los buenos días y engañas tu soledad con un abrazo incorpóreo.

Hay veces que toda una vida al lado de alguien te parece insustancial.
Otras, en cambio, encuentras justo lo que estabas buscando, pero el tiempo es cruel y te lo arrebata.

Pero ahí queda la
huella.
Tu huella permanece.

18 febrero 2014

Mi luz

A veces siento que la ciudad me devora.

Caigo indefenso en fauces hechas de asfalto y una dentadura hecha de neón me mastica sin piedad. Lo que escupe al suelo ya no se parece en nada a mí.

Las grandes ciudades son fascinantes, pero también son depredadoras incansables que colocan trampas. Recorro laberintos hechos de sábanas ajenas y besos que se diluyen en alcohol, mientras intento volver a encontrar mi reflejo en el espejo. Sonrisas que no se esbozan con sinceridad me señalan un desvío de mi camino, pero intento no caer en el engaño.

Busco el sol en un cielo nocturno y lo único que consigo es dejarme contagiar por la oscuridad que me
rodea. 

Desesperanza y arenas movedizas.

Es entonces, solo entonces, cuando ya todo parecía perdido, que un beso que decidí darte hace mucho tiempo, un beso ya extinto, vuelve a resurgir triunfante, rescatado del olvido.

Y todo vuelve a brillar.

Que nunca vuelvan a decirme que quererte no me sirve de nada.

11 diciembre 2013

Papel

Cuando llevas mucho tiempo soñando con algo concreto, te parece casi imposible que llegue un día en el que esa ilusión que albergas en tu interior se pueda convertir en algo palpable. Algunos dicen que el mero hecho de recrearte en tus ensoñaciones proporciona una sensación mucho más placentera que llegar a cumplirlas, porque todo se magnifica en tu mente.

Hoy puedo asegurar que esa afirmación es absolutamente falsa.


Tras muchos meses de trabajo, esperas, dudas, miedos, ilusión e inseguridades, ayer llegó el día en que La
confabulación de Eros se convirtió en papel.


Y lo sostuve en mi mano.

Ya me habían avisado de que la primera vez que sostienes tu libro en la mano sientes una emoción especial, una extraña mezcla de alegría infinita y vértigo repentino, pero ni todas las advertencias del mundo podrían haberme hecho subir la guardia ante el tsunami de emociones que acaba de arrasar mi mundo interior.

En el buen sentido...

Lo llevo anunciando un tiempo y puede que esté un poco pesado con el tema (por lo que pido perdón humildemente si es el caso), pero hoy por fin puedo decirlo:

La confabulación de Eros ya es un libro.
He tocado mis sueños con los dedos.

10 diciembre 2013

La Portada

Si hay algo de La confabulación de Eros que me hace sentir orgulloso es que se trata de una novela que viene arropada por grandes amigos. Porque si el prólogo está escrito por mi querida Paz Quintero, la portada es obra de una de las personas más importantes de mi vida.



Jorge Vivas es mi amigo desde la adolescencia. Somos muy diferentes y, sin embargo, contamos con un gran afán por aprender del otro. Son nuestras diferencias las que siempre nos han acercado al otro.

Jorge es un magnífico ilustrador y diseñador gráfico (puedes ver muestras de su trabajo aquí) y me sentí muy afortunado cuando la Editorial Stonewall me dio cierta libertad con el tema de la portada.

Cuando pensé en encargarle la portada, tenía muy claro que quería que el presente y el futuro se mezclasen. En la novela, el lector va a estar constantemente viajando en el tiempo, así que era muy importante que la portada lo reflejase en una sola imagen. Jorge supo captar muy bien la idea.

Una mano toca lo que parece una imagen holográfica en la que aparece un chicos de espaldas a nosotros. Por la postura que adopta, parece que esté a punto de girarse, pero el espectador no llega a verle la cara en su totalidad. Frente al joven, un edificio muy emblemático del pasisaje urbano madrileño que ya no anuncia una bebida refrescante.

Como fondo a todo esto, un código binario se repite ad infinitum.

¿Quién ese chico?
¿Por qué la palabra Utopía cobra tanta importancia?

Y sobre todo:

¿Quieres formar parte de la confabulación?

26 noviembre 2013

Paz

La amistad, en muchas ocasiones, es como el amor.
A veces es un flechazo. Se cruza alguien en tu camino y, desde ese primer y emocionante encuentro, algo
dentro de ti sabe al instante que quieres estar con esa persona para siempre. Sólo basta una mirada, una sonrisa causal o unas palabras pronunciadas en el momento oportuno para que se inicie la chispa y lo demás venga rodado.

Sin embargo, a veces el corazón humano no es tan sabio ni tiene tan buena vista...

Durante años, Paz Quintero no fue más que una compañera de trabajo a la que saludaba de forma casual en la oficina. Coincidíamos a la hora de comer y, mientras ella se sentaba con otra compañera, yo lo hacía en una mesa anexa, acompañado también y dándole la espalda. No era un gesto de desprecio, por supuesto, simplemente que el sitio que elegíamos para comer me obligaba a ello.

Es curioso, ahora lo recuerdo y me siento mal conmigo mismo...

Y así pasaron un par de años sin ir más allá de un cortés "¡buenos días!" o algún atrevido "¡Que aproveche!"

Un sábado por la tarde cualquiera, me encontraba leyendo una revista en un café cuando, en la contraportada, mis ojos se toparon con el anuncio de un libro titulado Un vuelo con escalas. Su autora era una tal Paz Quintero.

- Huy, ¡qué raro! - pensé - Pero si se llama igual que una compañera de trabajo...

En un primer momento mi mente se negaba a pensar que esa chica a la que daba la espalda a la hora de comer pudiera ser escritora. Claro que tampoco es que supiera mucho sobre ella.

El lunes no pude más. Me acerqué a su sitio, me agaché y creo que por primera vez en mi vida, hablé con ella de algo que no tenía nada que ver con el trabajo:

- Oye, Paz, igual te va a parecer una tontería, pero es que he visto un anuncio de un libro y la autora se llama igual que tú...

Mi mente seguía cerradita a aceptar que se trataba de ella.
¿Cómo iba a ser ella escritora? Pero si trabajaba en la oficina conmigo...

Pero sí, se trataba de ella. Me lo confirmó con una sonrisa en la cara y, aunque fue un momento precioso, nuestra historia aún tardaría unos meses en arrancar. La trasladaron a mi departamento y el destino, esta vez sí, hizo que la sentasen a mi lado.

Y ahí empezaron los fuegos artificiales.

Porque Paz y yo tenemos un sentido del humor y una forma de ver la vida muy parecidos. A día de hoy es una de mis más queridas amigas. Además, es una de esas personas que me han ayudado a decidirme a escribir y a luchar por publicar un libro.

No, más que ayudarme: sin ella no lo habría logrado. Ella ha sufrido (y sufre) a diario todas mis dudas, todos mis miedos y me ha ayudado a sortear todas las dificultades (autoimpuestas o no) que me he encontrado  a la hora de publicar un libro.

Porque ella tiene tablas.

No en vano, su primera novela, Destino Programado, ganó el Premio Terenci Moix. Su éxito no haría más que crecer. Un vuelo con escalas solo lo puedes encontrar ya en edición de bolsillo porque agotó su edición en rústico y Siete Tentaciones, de la que es co-autora con otras estupendas escritoras, fue un exitazo de ventas. También se ha atrevido con el teatro. Su divertidísima obra Nos vemos en Chueca está recibiendo muy buenas críticas. La puedes comprar aquí.

Pero lo que de verdad le apasiona, es el mundo audiovisual. En Última parada no se conformó con escribir, sino que se puso delante de la cámara encarnando el papel protagonista. Este año, otro corto que ella guioniza, Waiting, fue nominado en el Lesgaicinemad. Y si todo esto no bastara, pronto nos traerá más novedades.

Por todo ello, por el cariño que le profeso como persona y la admiración que le rindo como profesional de las letras, para mí es un orgullo que sea ella la que firme el prólogo de mi primera novela.

Gracias por ser mi madrina...

19 noviembre 2013

Mi primera Novela

Todo comenzó aquí.

Un buen día, hace casi siete años, escribía mi primer post en Proudstar in the City. Comenzó siendo un pequeño cajón de sastre. Volcaba en él cualquier pensamiento que se me cruzaba, ya fuera una opinión sobre una serie o un cómic que hubiera leído recientemente, hasta que me dí cuenta de que no servía para ello y que, además, eso ya lo hacían otras personas y mucho mejor que yo. Poco a poco, el tono que empleaba se volvía más y más personal.

No tenía ni idea de lo que se me venía encima. 

A la gente comenzó a hacerle gracia mis desventuras sentimentales y fui no solo desnudando mi alma de forma gradual ante mis lectores sino que, además, el estilo del blog comenzó a convertirse en algo más parecido a una novela o incluso a una serie de televisión, con sus cliffhangers y sus giros argumentales. 

Las andanzas de un chico de provincias en la gran ciudad.
Lo cotidiano convertido en épica.
La torpeza y la ausencia de pretensiones transformadas en superpoderes.

Todo ello bañado con abundante sentido del humor y riéndose siempre de uno mismo y de este loco mundo en el que nos ha tocado vivir.

Proudstar in the City ha tenido durante años unos lectores fieles que siempre han regalado su cariño de manera desinteresada. Estas mismas muestras de afecto son las que me animaron a dar el siguiente paso. Han sido muchos meses de trabajo intenso, pero, finalmente, el día se acerca.

El próximo lunes 16 de diciembre sale a la venta mi primera novela. Es un sueño largamente anhelado. Me
siento tan feliz que todavía no termino de creérmelo. Es una sensación abrumadora.

Gracias a la Editorial Stonewall por concederme uno de mis grandes deseos y por la confianza que deposita en mí.

Para quienes se lo estén preguntando, la novela está íntimamente relacionada con este blog, pero no se trata de una mera recopilación de posts ya publicados, sino de una historia nueva en la que esta publicación tiene un papel decisivo en el desarrollo de los acontecimientos.

¿Os imagináis que dentro de mil años el destino de la Humanidad dependiera de Proudstar in the City?